Harto sí, harto.
Harto de estar viviendo en el país de los envidiosos y los ignorantes. De los que no tienen memoria histórica. De los que carecen de agradecimiento a los profesionales. De los que esperan a que un personaje ya no nos acompañe para reconocer “hipócritamente” las virtudes de la persona que ya no estará más entre nosotros. Hace unos días, twitter se encendió en contra de las libres declaraciones de la comunicadora/presentadora y actriz Paula Vázquez.
A mí que alguien no comulgue con sus pensamientos en la red del pajarito lo respeto, para gustos colores. Lo que considero realmente preocupante son los ataques; ejemplo el de una twittera que mostraba el no conocimiento del personaje:
“¿quién es Paula Vázquez?” decía, y la acusaba de ser mujer florero y de enseñar cacho.
No voy a enumerar la cantidad de trabajos que Vázquez ha desarrollado en televisión, en diferentes canales; todos ellos bien ejecutados.
Le voy a dejar a la berzotas que escribió semejante twitt acusador que se entretenga en realizar un trabajo de investigación para cerciorarse de que se encuentra delante de una profesional que tiene demostrada su valía a lo largo de los años de su vida laboral. Ah! y si busca la solución fácil de mostrar las portadas que esta bella presentadora hizo, no se moleste… ya lo hicieron otros.
¿Y sabe qué?… Estoy seguro que a ella le dio la real gana de hacerlas, por guapa. Punto.
Personalmente siempre la estaré agradecido; ya que, hace años, durante mi paso como responsable de comunicación de unas firmas de moda italiana, nos acompañó, con una simpatía y humildad maravillosa durante una cena de gala.
Cercana, buena persona y encantadora. Esa fue la huella que me dejó la gran Paula Vázquez. Esa es ella.