Que no, que no me arrepiento de nada, ni de lo que te dije, ni de lo que te hice. Ni de lo que te escribí.
«Pensarás que la contrición es buena para según qué actos, pero no»
Por no arrepentirme, no me arrepiento de lo que te leí, de lo que te pensé o de lo que te sentí. Ya que de eso se trata, de no arrepentirse. Porque, cuando te lamentas de algo, mueres. Y ya estamos comenzando a morir desde que nacemos, como para sucumbir de otra cosa. Pensarás que la contrición es buena para según qué actos, pero no. Ya que, y hablemos claro, cagarla forma parte de nuestro aprendizaje diario y a su vez nos hace la persona que somos.
Además, ni tú ni yo nos conformaríamos con menos, ¿no te parece?
Así pues, no nos queda otro remedio que cometer esas locuras que nos hacen diferentes, las que marcan la desigualdad de “entre pasar por la vida” o “vivir la vida”.
Este texto te lo dedico a ti… a las personas con las que viví algo de mi existencia durante este 2022, ya fuese durante un corto o largo momento.
¿Repetimos?
¡Feliz 2023! Espero encontrarte allí.