Somos habitantes de una actual Sodoma y Gomorra donde solo los que tenemos un punto de “sabia locura”, vemos la auténtica luz.
Locura que debemos ejercitar también para nuestras relaciones personales. Ser cuerdo en ellas, a veces nos perjudicaría. Vivimos solo una vez, y disfrutar de este vesánico trayecto, es una maravilla.
Atesorar momentos es una riqueza de vida en contra de gentes inmersas en su mediocridad social, que les propulsan al fiasco y la exigüidad cuando acumulan más conocimientos de fútbol que de sus propias vivencias personales.
Per se cada forma de entender la vida es válida y por tanto respetable.
Cada día aprendemos algo. Solo los necios creen estar en posesión de la verdad absoluta.